miércoles, 27 de julio de 2011

Llamemosla Liz ,¿por qué no?



Enero , Febrero , quizás marzo ,abril.. no abril no .
Charcos de lluvia esparcidos a desgana a lo largo de dios sabe cuantos kilómetros de pavimento negro . espejos que me permiten ver mi columpio en las suaves nubes ahora por fin blancas después de eternos días de desahogo .
Ella lo observa desde la parada del bus , lo ve tan cambiado .
ahora luce un corte de pelo nuevo , se le ve más alto , su ropa es un poco más alegre .
Lleva los auriculares en los oídos , estará escuchando una de esas canciones estridentes que tanto le gustan .
Lo que mas me sorprende es su sonrisa .
en todo ese tiempo que permanecí a su lado , no conseguí indagar en ella .
Sus comisuras asemejaban hirbanes de hilo negro que trenzados impedían el paso de mis interrogaciones .
Durante los escasos 12 minutos que pude observarlo , no dejó de sonreír siquiera cuando ese coche azul le salpico las deportivas .
y entonces posé mis ojos sobre los suyos .
Sus ojos , seguían igual de oscuros , de penetrantes .
siempre tuve miedo de sus ojos , llegué a pensar que me absorberían y me quedaría encerrada en ellos para siempre , siendo no más que el narrador testigo de la historia que debería estar representando en primera persona entre sus labios .
ese brillo no lo tenían antes .
ahora lo mira todo , como un niño en un lugar nuevo .
acaricia las hojas de los setos próximos a la parada , lee cada cartel , saluda cada anciano.
Trago saliva y me pregunto si realmente alguna vez lo llegué a conocer o si simplemente viví una historia inventada por mi .
no sabría en que momento empezaron a salir los créditos de nuestra película para dar paso a la mía propia , donde yo era el amante y la amada , cogía flores y me las regalaba , me perfumaba para mi placer .
Cuando más me dolían las clavículas y menos ganas tenía de ir a clases , te deje ir . sabiendo quizás que nunca tendría una historia como esa que un día llegamos a tener juntos .
Esa historia donde las sabanas se llenan de sudor , donde tus camisas estaban manchadas de mi carmín y donde por nada del mundo hubieses dejado que cargase la maleta.
mírame ahora , cargo una pesada maleta a mis hombros , mis zapatos no brillan , no llevo enfundada una sonrisa y mi corazón chirría al ver como la besas a ella .

2 comentarios:

  1. Hola!! Que bonita entrada, escribes genial, en serio:)
    Te espero en mi blog he subido el segundo capítulo de Mentiras que creí:
    http://amormasalladelaunicidad.blogspot.com
    Espero tu comentario y crítica^^

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  2. Muchas Graacias (L)
    ya lei los dos capitulos y comente en la ultima entrada :)
    suerte con tu blog <3~

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