su olor cubría mi cuerpo como si de un fino vestido de noche se tratase .
aun faltaban cuatro interminables días para volver a ver sus ojos , para poder besar su piel .
y ya no podía más , la espera me quemaba el alma y la hacia retraerse sobre si misma en pensamientos pesimistas que hacían humedecerse mis clavículas .
y no faltaba más , sino menos que horas , minutos y segundos , largos , por supuesto .
pero no más de eso .
se que cerraré los ojos cuatro veces antes de volver a verte ,que asistiré a cinco jornadas de clases , que gastaré unos trece litros de limonada y que comeré tantas tartaletas de fresa como pequitas adornan mi piel , y entonces y solo entonces volveré a verte y será tan sumamente especial que querré derramarme , querré partirme en mil pedazos , estallar y llenarlo todo completamente de mi .
dicen que la felicidad suprema no existe , yo solo puedo hablar de la felicidad extrema .
a esa me la conozco bien , ella me arrima las pantuflas cada mañana para que no se enfríen mis pies por el rosado mármol ,pela mis kiwis y desenrosca la tapa del zumo , cuando mi mp4 se queda sin batería tararea canciones para mi, en clase de literatura me abruma con mágicas aventuras lejanas de aquellas aulas añiles , me frota la espalda en la ducha mientras yo canto a pleno pulmón , cuando tengo que fregar los platos de la cena jugamos en la espuma del fregadero , buceamos en busca de monstruos submarinos armados con enormes tenedores de plata ,al dormir yo le cuento que fue lo mejor del día , le hablo de tus llamadas , de nuestras risas , le hablo de ti , entonces me recuerda cuanto me quieres y la enorme pila de motivos por los que debo ser fuerte y paciente , para esperar durante cinco terroríficos días en los que tú y yo vivimos tan tan lejos que si lo miras en un mapa quizás sean escasos tres dedos .
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