En ese mismo momento en el cual tú plantabas tus ojos sobre mi, yo me enfadaba y te insultaba mientras te dedicaba un bonito saludo levantando mi dedo corazón y a la vez, te enseñaba mi rosada lengua como resultado de mi indignación . Entonces era cuando tú parabas el tiempo para los dos.
¿ no era así nuestro cuento? (;
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Univeℜsos ∞